Mi primer mes en cuarentena fue particularmente duro, no podía aceptar mi nueva realidad. Tenía muchos sentimientos revueltos dentro de mí: miedo por el futuro, ansiedad por mi trabajo, temor por la enfermedad, angustia por el encierro, etc.
Después de la primera semana decidí no pasar días en pijama porque si me bañaba y me vestía me sentía mejor automáticamente. La forma de vestirme definitivamente cambió durante el encierro. Deje de lado los blazers y abrigos pues ya no tiene sentido usarlos dentro de la casa. Abrace prendas más cómodas como poleras y chalecos, que los tenía olvidados en el fondo de mi closet. No me los podía con frecuencia, los dejaba para los fines de semana.
Mi uniforme en otoño/invierno pre cuarentena consistía en faldas o pantalones siempre acompañados de camisas, blazers o abrigos. Mi nuevo uniforme en cuarentena leggins, buzos, jeans anchos, poleras, polerones, chalecos y en mis pies zapatillas siempre.
Me puse a conversar este tema con amigas, y planteé la interrogante:
¿Que pasa cuando decides vestirte pero nadie te va a ver? Nadie externo, por lo tanto nadie va a juzgar tus prendas, o la forma en que te ves. ¿Lo has pensado?
Acá surge la primera interrogante ¿para quién te vistes? Para ti o para los otros. O para que otros te acepten, para pertenecer a un grupo social.
Nos vestimos para ser o para pertenecer
Lo que nos ponemos está lleno de significados, muchas veces nos posiciona ante nuestros interlocutores de manera positiva, o negativa depende de la elección de nuestras prendas y accesorios. Ahora que sabemos que no vamos a ser juzgadas en lo público, ¿por qué prendas nos inclinamos?
Por prendas cómodas: es la respuesta unánime, adiós a los tacos, los pantalones apretados e inclusive a los sostenes. Todas prendas que nos oprimían, contenían y moldeaban nuestro cuerpo. Inclusive llevando a lastimar y provocar dolores fisicos. Y ahora que hemos tomado conciencia de que nuestra comodidad física se da por medio de la elección consciente de nuestras prendas, ¿hay vuelta atrás?
¿Volverás a usar prendas que te atormenten? La semana pasada me puse unos jeans pitillos negros porque el largo era perfecto para que se vean unas zapatillas nuevas que quería estrenar. Al final del día cuando me los saque tenia marcas en mis muslos, y pensé, ¿siempre me quedaron tan apretados?, me sentía oprimida e incómoda. ¡¿Por qué los usaba, por qué los compre?!
Me planteo, cómo va ser la elección de nuestras prendas, de nuestros looks cuando volvamos a salir. Vamos a abandonar nuestra comodidad, vamos a perder todo lo ganado. Yo creo que no, he logrado una comodidad física, que se traduce en una comodidad emocional también. Nada me oprime y me comprime. Cuando salga de nuevo a socializar no quiero dejar las zapatillas de lado, los pantalones anchos. Voy a proponer un híbrido entre las prendas que me hacen sentir cómoda y prendas un poco más formales pero que no opriman mi cuerpo, como los blazers que siempre me han gustado. Esta tendencia no es nueva, pero el desafío es ver cuántas personas la van a implementar. Cuántas personas van a transformar su estilo en post de no perder su comodidad. ¿Tú eres una de ellas?
One thought on “Lo que aprendí con la cuarentena, vestir con ropa cómoda”
Gran tema, gracias por el aportazo admin